Lo más íntimo, lo más tierno, lo más hermoso, lo más misterioso...: se guarda en el corazón.
Y cuando ponemos el corazón a trabajar, las manos se llenan de amor, de creatividad, de color, de sentimiento...
Cada puntada de esta virgencita es una acción de gracias a todas las personas que habéis pasado por mi corazón dejando huella, en especial a todos mis hermanos de comunidad y a todos los claretianos...
¡QUÉ MARAVILLOSO ES COBIJARSE EN EL CORAZÓN DE MARÍA!